La irradiación de alimentos
A pesar de haber sido aprobada por las organizaciones internacionales de expertos en la materia como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), la irradiación de alimentos no ha contado con mucha aceptación en Europa. El problema parece residir en la falta de información sobre lo que implica exactamente esta tecnología y sobre los beneficios que puede aportar en lo referente a la seguridad de los alimentos.
El proceso de irradiación
La irradiación de alimentos consiste en exponerlos a energía procedente de fuentes como los rayos gamma, los rayos X o los haces de electrones. Durante este proceso, el alimento no se calienta, como ocurre cuando se somete a microondas, ni retiene radiación. La irradiación no hace que los alimentos sean radioactivos. |
Seguridad alimentaria
La ventaja principal de la irradiación de alimentos es que destruye las bacterias nocivas y otros microorganismos que pueden producir intoxicaciones alimentarias. Esta técnica tiene además otros efectos como retrasar la maduración y la germinación, prolongando así la duración de los alimentos. Aplicada a otros productos, como el cacao, el café, las hierbas y las especias, la irradiación ofrece una alternativa segura y limpia a la fumigación química. En el caso de alimentos frágiles, como el marisco o las bayas, la irradiación puede utilizarse para eliminar los microbios peligrosos y prolongar su conservación sin que se deteriore la textura del producto, como ocurriría en caso de someterlos a tratamientos térmicos. Numerosas investigaciones han demostrado que no se producen pérdidas significativas de ningún nutriente al irradiar los alimentos. Se pierde una pequeña cantidad de algunas vitaminas, al igual que con otros métodos de procesado de alimentos como el enlatado y el secado. |
Normativas
La Comisión conjunta de la FAO y la OMS del Codex Alimentarius y muchas otras autoridades reguladoras han establecido una serie de principios relativos a la irradiación de alimentos y unos procedimientos básicos de control. En todo el mundo, más de 41 países han aprobado el uso de la irradiación de alimentos para más de 60 productos alimentarios. En la Unión Europea, la Directiva 1999/2/CE aborda la cuestión de las legislaciones sobre alimentos e ingredientes alimentarios tratados con radiaciones ionizantes. Hasta la fecha, sólo se ha incluido una categoría de alimentos(la de "hierbas aromáticas secas, especias y condimentos vegetales") en la lista de los productos alimentarios que pueden ser irradiados, aunque se ha solicitado la autorización para otras categorías. La Directiva da una serie de consignas sobre las fuentes de radiación ionizante que pueden emplearse, las dosis máximas de radiación autorizadas y los requisitos relativos al etiquetado de los alimentos. También se especifican las condiciones que deben cumplir los alimentos irradiados para su importación. En Europa, el uso de la irradiación de alimentos no está muy extendido. Sólo se han concedido unas cuantas licencias para la irradiación de especias. En otras partes del mundo, esta práctica se ha aplicado a la carne de pollo y los productos derivados para destruir la Salmonella, la Campylobacter y otras bacterias causantes de intoxicaciones alimentarias. En EE.UU., la irradiación de alimentos se ha utilizado de forma extensa para tratar las carnes rojas, especialmente la carne picada, con el fin de reducir la contaminación por E. coli 0157:H7, una bacteria responsable de muchas intoxicaciones que puede causar daños graves en el riñón y, ocasionalmente, la muerte. También puede aplicarse esta técnica a las hierbas aromáticas secas y las especias, algunos tipos de marisco, las frutas y verduras, los cereales y los platos precocinados. El etiquetado de todos los alimentos que hayan sido sometidos a procesos de irradiación debe indicar este hecho con claridad. |
Errores generalizados
La irradiación es uno de los métodos de procesado de alimentos que se han estudiado de forma más extensa y estricta, sin embargo, su uso sigue siendo polémico en gran parte de Europa. La falta de información sobre la tecnología que implica y sus beneficios ha provocado confusiones y malentendidos, y ha limitado la adopción de este procedimiento en toda Europa. Esta tecnología nos ofrece una forma segura y versátil de obtener unos alimentos de buena calidad y seguros, y de reducir las pérdidas posteriores a la cosecha. El etiquetado claro de los alimentos irradiados ofrece a los consumidores la posibilidad de decidir si quieren o no adquirir estos productos. Es necesario desmentir los errores generalizados sobre la irradiación, especialmente la idea de que hace que los alimentos sean radioactivos, ofreciendo a los consumidores información seria basada en estudios científicos para que puedan elegir con conocimiento de causa.
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