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sindrome quimico multiple (sqm) / intolerancia quimica (iqm) - sensibilidad quimica

¿Qué es la sensibilidad química múltiple?

UN RARO SÍNDROME

El síndrome de sensibilidad química múltiple es la respuesta fisiológica de algunos individuos frente a multitud de agentes y compuestos químicos que se pueden encontrar en el medio ambiente (incluso en niveles muy pequeños). Desde metales a alimentos, pasando por medicamentos, productos de perfumería, insecticidas, humos...

Descrita por primera vez a mediados de los ochenta, esta enfermedad provoca síntomas y reacciones muy diversas en función de cada persona y de su grado de afectación, por lo que ha estado siempre rodeada de cierta controversia (hasta el punto de que algunos investigadores, y la propia Organización Mundial de la Salud no lo consideran una enfermedad propiamente dicha).

Para los afectados por esta 'enfermedad ambiental', que según las estadísticas oscilan entre el 1% y el 10% de la población, el entorno se vuelve un medio hostil y sus síntomas (también muy variados) pueden limitar gravemente su calidad de vida y su capacidad para trabajar.

La reacción 'alérgica' de su cuerpo puede manifestarse mediante dolores de cabeza recurrentes, insomnio, depresión, dificultades para respirar, palpitaciones, náuseas y vómitos, irritaciones de la piel o trastornos más serios como impotencia, diarreas recurrentes, taquicardia o hipertensión.

La Sensibilidad Química Múltiple o Intolerancia Ambiental Idiopática suele iniciarse por la exposición grave a algún producto químico en un período de tiempo corto. A partir de ese momento, el organismo de estas personas parece desarrollar intolerancia incluso ante niveles mínimos de algunos compuestos (como la tinta de los periódicos), hasta el punto de que muchas deben recurrir al uso de mascarillas en ciertos ambientes.

http://www.elmundo.es

 

La sensibilidad química múltiple, una “enfermedad” que va en aumento

      

        25/01/2008

Más de 100 profesionales sanitarios asisten a la III Jornada de Actualización en Toxicología
 
La sensibilidad química múltiple está actualmente en debate en la comunidad médica. Algunos profesionales cuestionan si existe, mientras que otros reconocen que es un desorden médico desencadenado por la exposición a químicos en el medio ambiente. El doctor Santiago Nogué, Jefe de la sección de Toxicología del Servicio de Urgencias del Hospital Clínic de Barcelona, añade que “se trata de una enfermedad del mundo industrializado que presenta síntomas homogéneos como son migraña, crisis de ansiedad, confusión, erupción cutánea o asma”. El doctor Nogué coordina la III Jornada de actualización en Toxicología que anualmente organiza el Servicio de Urgencias del Hospital Clínic de Barcelona, con la colaboración de Área Científica Menarini, y que esta mañana ha reunido a más de un centenar de profesionales sanitarios.

Uno de los objetivos de los toxicólogos es aclarar conceptos sobre esta “enfermedad” porque aún hay muchas preguntas que no tienen respuesta. Hasta la fecha, sabemos que puede tener su origen en el uso cada vez mayor de productos químicos en nuestra vida cotidiana, que mezclados con algunas moléculas que se introducen en los alimentos y la contaminación ambiental, pueden derivar en una sensibilidad química múltiple”. El doctor Nogué destaca la gran afectación en la vida cotidiana de estas personas porque el hecho de presentar sensibilidad a distintos productos provoca que tengan reacciones en lugares muy distintos. Además, éstas se agravan con el paso del tiempo y “pueden llegar a obligar al paciente a usar una mascarilla cada vez que, por ejemplo, va al supermercado”. En el Hospital Clínic de Barcelona ven entre 50 y 60 casos al año, lo que significa que cada semana les llega un paciente nuevo afectado.

Éxtasis y deterioro cognitivo

A través del seguimiento realizado a 5 pacientes jóvenes consumidores de éxtasis los fines de semana, el Servicio de Medicina Interna del Hospital Clínic ha constatado que un consumo recreativo de esta sustancia durante 2-3 años ya puede provocar un deterioro cognitivo. Esto significa que estos consumidores pierden capacidad de atención y de concentración debido a una degeneración neuronal. Estos aspectos han sido evaluados a través de distintos tests psicológicos. Además, este equipo de profesionales ha constatado que estas consecuencias son irreversibles a largo plazo. “Esto es muy grave teniendo en cuenta que hablamos de pacientes con una media de 25 años, que por tanto se encuentran en la plenitud mental de su vida”, recuerda el doctor Nogué.

Intoxicaciones en el área de críticos

Las intoxicaciones por éxtasis líquido siguen siendo las más críticas del servicio de Toxicología del Hospital Clínic. Estos pacientes pueden entrar en estado de coma o pueden también derivar en un infarto agudo de miocardio. Así lo ha afirmado esta mañana Noemí Hernández, DUE del Servicio de Urgencias del Hospital Clínic, quien ha presentado un estudio que tipifica a los pacientes intoxicados en estado crítico que tratan en Urgencias. Al éxtasis líquido le siguen, por su gravedad, las anfetaminas y a continuación se sitúan las intoxicaciones por medicamentos, las más frecuentes provocadas por los fármacos indicados para la profilaxis del paludismo y la artritis reumatoide, de la familia de los opiáceos y también los antiarrítmicos.

Colaboración en formación

La Jornada de actualización en Toxicología es una actividad ya consolidada que año tras año registra un importante número de asistentes que cubren las plazas disponibles meses antes de la jornada. En esta ocasión, Área Científica Menarini, la entidad del laboratorio farmacéutico Menarini dedicada a la formación de los profesionales sanitarios, ha editado el manual “Urgencias toxicológicas. Las 10 preguntas clave”, cuya autoría corresponde también a un equipo del Clínic, y que se ha repartido entre todos los médicos asistentes.

Área Científica Menarini se dedica principalmente a colaborar en la organización de cursos, jornadas y talleres por toda España y durante un año promueve más de 1.000 actividades, sobre todo dirigidas a médicos y farmacéuticos.

     http://www.menarini.es

          

 

pelicula: "Safe"

  "Safe"
Todd Haynes, 1995
Sinopsis
Carol White parece tenerlo todo en la vida, pero lo único que le falta es la falta de confianza. Carol es extremadamente tímida e introvertida en todas las relaciones e interacciones con el mundo exterior.
Poco a poco, Carol empezará a sufrir trastornos de salud y agudos dolores de cabeza que la dejarán enferma y su sensibilidad frente a productos cotidianos como los aerosoles o los humos se multiplicará ostensiblemente.
La teneis aqui:
http://www.hecatombe.net/modules.php?name=Forums&file=viewtopic&t=4350
 

Olores que ponen enfermo

Los casos por sensibilidad química múltiple alertan sobre un nuevo síndrome

La exposición a la enorme variedad actual de productos químicos en la vida cotidiana puede provocar en algunas personas la aparición de sensibilidad química múltiple, una nueva afectación difícil de diagnosticar y que no tiene tratamiento específico.

Quienes padecen esta afectación ven reducida notablemente su calidad de vida: sufren de dolores de cabeza, picores en los ojos y la boca, cansancio general o problemas cognitivos en presencia de uno o varios agentes químicos.

El síndrome de sensibilidad química múltiple puede iniciarse por la exposición a un solo producto químico en el medio ambiente, principalmente un insecticida organofosforado o un disolvente orgánico. Una vez iniciada la reacción a este desencadenante primario, la persona también puede enfermar por la exposición a desencadenantes secundarios, como productos de limpieza doméstica (lejía, salfumán), perfumes, desodorantes, pinturas y barnices. Este síndrome no es una alergia, porque no hay mediadores inmunológicos.

La OMS no considera aún este tipo de sensibilidad una enfermedad como tal, pero en otros países -por ejemplo, Alemania y Canadá- se la toman muy en serio. En España, el Hospital Clínico de Barcelona registra entre 50 y 60 casos nuevos de este síndrome al año. Un equipo de este centro sanitario ha evaluado durante dos años una serie de 52 pacientes afectados por este síndrome y la conclusión es que parece aumentar la incidencia entre la población, dice Santiago Nogué, jefe de Toxicología Clínica del Hospital Clínico de Barcelona y uno de los autores del estudio. En gran parte de estos pacientes, los perfumes, ambientadores, detergentes y humo del tabaco fueron los principales desencadenantes de los síntomas.

¿Cuáles son los mecanismos para que sustancias químicamente tan diferentes produzcan idénticos resultados? No está nada claro. Hay quien postula que la respuesta multisistémica desencadenada por un agente químico se debe a las interconexiones entre el nervio olfativo y el sistema límbico cerebral, una zona muy vulnerable a la sensibilización, según Jordi Obiols, técnico superior de prevención del Centro Nacional de Condiciones de Trabajo, que ha realizado una nota técnica sobre este síndrome.

El diagnóstico es clínico y se realiza con el cuestionario QEESI. La sintomatología es muy amplia y afecta a varios órganos; los síntomas se repiten con cada exposición y se reproducen con dosis muy bajas. Los agentes químicos no están relacionados entre sí y los síntomas mejoran y desaparecen al cesar la exposición. Las estimaciones sobre cuántas personas pueden verse afectadas son dispares. En Estados Unidos hay autores que indican una prevalencia del 1%, mientras que otros la elevan al 10%, explica Jordi Obiols.

En el entorno laboral, sobre todo en ambientes cerrados o edificios enfermos, la prevalencia podría llegar al 20% en determinadas exposiciones accidentales, asegura Francisca López Crespi, médica del trabajo del Centro de Seguridad y Salud Laboral de Barcelona, de la Generalitat de Cataluña.

La sensibilidad química múltiple se ha presentado en multitud de ambientes (centros de enseñanza, oficinas bancarias, hoteles, edificios municipales, geriátricos, edificios sanitarios), casi siempre relacionados con la aplicación de insecticidas diversos, principalmente organofosforados y piretroides. Uno de los primeros brotes del que se tiene constancia fue en 1994 en un edificio hermético, un laboratorio del complejo sanitario de Vall d'Hebron, en Barcelona. "Al poco tiempo de realizar dos desinsectaciones en una semana, un grupo de trabajadoras empezó a sentir múltiples síntomas, aparentemente no demasiado graves, pero que desencadenaron, además de fatiga persistente, una intolerancia a los olores ante múltiples sustancias, y estas exposiciones les desencadenaban síntomas de nuevo", explica Francisca López.

Uno de los especialistas que más han trabajado con este tipo de casos es el neurólogo Julián Márquez, cuando trabajaba en el hospital de Bellvitge. El 90% de los 302 pacientes diagnosticados por Márquez sufrían trastornos cognitivos que afectaban a la memoria, la concentración y la capacidad de realizar tareas simultáneas. Estos síntomas iban acompañados de parestesias, gran fatiga y debilidad muscular.

La sensibilidad química fue causada, en la mayoría de casos, por la exposición en lugares cerrados a insecticidas organofosforados, incluso en cantidades muy bajas del producto, añade Julián Márquez. En el 90% de los pacientes la dolencia se cronificó, con mayor intolerancia a olores y más síntomas. Con el tiempo, pueden aparecer síntomas nuevos, como alteraciones visuales, explica el neurólogo.

El Centro de Seguridad y Salud Laboral de la Generalitat ha seguido casos relacionados con la aplicación de insecticidas en el interior de los centros de trabajo, y otros casos relacionados con el uso de disolventes. Desde 1994, este centro ha registrado unos 750 casos; de ellos, unos 150 están actualmente en situación de invalidez de diferentes grados por contingencia profesional. Sin embargo, Francisca López explica que si se observan aisladamente los indicadores de personas afectadas por este síndrome, hay pocos datos de brotes similares fuera de Cataluña.

Sospechas en el entorno laboral de las mujeres

Aunque se desconocen sus causas, la sensibilidad química múltiple parece tener una mayor incidencia entre las mujeres. En el Hospital Clínico de Barcelona, el 90,5% de las personas que acudieron a consulta aquejadas por este síndrome fueron mujeres, y el 39% de los casos diagnosticados estaban relacionados con tóxicos en el entorno laboral.

Santiago Nogués, jefe de Toxicología de este hospital, describe el caso de una maestra de 45 años. Llevaba cuatro meses sin poder permanecer en un ambiente doméstico donde hubiera productos de limpieza, perfumes o suavizantes. Nogués cree que el origen del trastorno está en el entorno laboral de la mujer: hacía seis meses que había iniciado el nuevo curso en unos barracones y su despacho almacenaba productos de limpieza. La maestra no tardó en notar los primeros síntomas, "que progresivamente se extendieron a otros ambientes". No soporta el humo del tabaco ni el de los vehículos, los ambientadores o la laca de la peluquería.

Los síntomas que presentaba la maestra ante las exposiciones eran de inicio casi inmediato, progresivos y siempre los mismos, independientemente del desencadenante, y cedían progresivamente a los 30 o 60 minutos de cesar el contacto con el contaminante. La paciente sufría disnea, cefaleas, congestión nasal, opresión torácica, tos seca, palpitaciones, inestabilidad, náuseas y mal estado general.

El tratamiento fue a base de broncodilatadores para los episodios de asma, analgésicos para las cefaleas, y ansiolíticos. Empeoró al reincorporarse al trabajo y tuvo que coger una nueva baja laboral.

Una enfermera de 53 años acudió a la consulta tras seis meses sufriendo fatiga no justificada y que no cedía con reposo, trastornos del sueño, sequedad e irritación de mucosas, pérdida de memoria, atención y concentración, con alternancia de diarrea y estreñimiento. Los síntomas, dice Nogués, aparecieron a las 36 horas de realizar una fumigación contra las cucarachas en su trabajo, que también afectó a otros 15 compañeros; varios de ellos deben protegerse con mascarillas.

http://www.elpais.com

Los asistentes al inicio del curso universitario en Alicante no llevarán colonia ni maquillaje

El acto se celebrará con medidas especiales para evitar problemas a una empleada alérgica

Victoria Bueno, Alicante Sin pretenderlo, se ha convertido en la protagonista de la apertura oficial del curso en la Universidad que mañana se celebra en el Paraninfo. Francisca Gutiérrez ha trabajado en el Campus los últimos 15 años y se prejubila forzosamente como consecuencia de su enfermedad -tiene diagnosticada una sensibilidad química múltiple, además de fibromialgia severa y síndrome de fatiga crónica severa- pero como desea recoger personalmente la medalla que el Rectorado concede a todos los que se jubilan cada año hay que minimizar los riesgos para su salud y se han adoptado medidas extraordinarias de oxigenación tanto en el salón de actos como con respecto a los que asistan: «Me hace mucha ilusión ver a gente que me quiere y acudiré con una mascarilla. Además estaré cerca de la puerta porque nunca sabes cómo te vas a encontrar de un día para otro - declaró ayer a este diario - pero también creo que la Universidad debe tomar conciencia porque forma a la sociedad futura y la salud es el primer patrimonio de todo ser humano» .
Lo dice alguien que se ha visto obligada a perder todo contacto con la sociedad a consecuencia de su enfermedad: «Lo que más duele es la incomprensión y el aislamiento» , dice. Extraordinariamente sensible a cualquier producto tóxico, ha tenido que cambiar el mobiliario de su casa para evitar maderas tratadas y lo ha puesto todo de cristal y metálico, no tolera ningún tipo de cosmético perfumado a su alrededor y también ha cambiado el vestuario por ropa de algodón que lava con bicarbonato para que no desprenda olor. «Primero pierdes la salud, a continuación el trabajo, las amistades e incluso es difícil con la familia, además de que te cuesta mucho dinero porque la afección química múltiple no está recogida por la Sanidad pública» .
El caso es que acudirá a recoger su medalla y aunque inicialmente el Rectorado le propuso que fuera otra persona en su lugar o bien ella misma otro día al despacho del rector, la denuncia de los hechos por CC OO ha dado la vuelta a la situación y ayer mismo el Consejo de Dirección del Campus decidía ponerse manos a la obra para cumplir los deseos de Francisca.
La limpieza del salón de actos se hará con agua, vinagre, bicarbonato y limón.

http://www.levante-emv.com

Depuradores de aire y sqm

Los depuradores de aire para personas que sufren de SQM tienen que tener la capacidad de controlar toda una amplia gama de productos químicos, y de no convertirse ellos mismos en una fuente de contaminación química.

¿Qué es la SQM?
  
 La sensibilidad química múltiple (SQM) se caracteriza por múltiples síntomas en los sistemas de órganos múltiples (por lo general, los sistemas neurológico, inmunológico, respiratorio, cutáneo y/o músculo-esqueletal) que recurren de manera crónica en respuesta a las exposiciones a productos químicos múltiples.

¿Qué puede provocar SQM?
  
 Generalmente la SQM empieza con una exposición aguda o crónica a un producto tóxico, y posteriormente la sensibilidad inicial se va ampliando hasta llegar a incluir muchos otros productos químicos e irritantes comunes (pesticidas, perfumes y otros productos aromatizados, combustibles, aditivos alimentarios, alfombras, materiales para la construcción, etc.). En los lugares de trabajo no industriales, frecuentemente se puede identificar toda una serie de productos y procesos comunes que contribuyen a desencadenar SQM:

emisiones procedentes de las alfombras nuevas

estufas de gas

productos de limpieza

pinturas domésticas

pesticidas y conservantes de la madera

gases de escape de los vehículos

materiales y muebles de edificios nuevos

productos químicos tóxicos utilizados en arte, fotografía, imprenta, etc.

formaldehido en prendas de vestir nuevas, libros y otros productos

papel autocopiante, tintas, copiadoras y cartuchos de impresoras láser

humo del tabaco inhalado por los fumadores pasivos

Síntomas de la SQM
  
 Generalmente los síntomas de la SQM incluyen dificultades para respirar, dormir y/o concentrarse, pérdida de memoria, migrañas, náuseas, dolores abdominales, fatiga crónica, dolor en las articulaciones y músculos, e irritación de los ojos, la nariz, los oídos, la garganta y/o la piel. Además, algunas personas con SQM presentan problemas de equilibrio y una mayor sensibilidad no solo a los olores, sino también a los ruidos fuertes y a las luces vivas, al tacto, a las temperaturas extremas muy altas o muy bajas, y a los campos electromagnéticos. El SQM es más común en las mujeres y puede comenzar a cualquier edad, aunque por lo general se presenta en el período que va desde los últimos años de la pubertad hasta la media edad.

Tratamiento
  
 Evitar los productos químicos susceptibles de desencadenar las reacciones es parte esencial de todo tratamiento de la SQM. Quienes sufren de SQM y pueden evitar rigurosamente todo tipo de exposición, por lo general experimentan una mejora drástica en su estado de salud al cabo de un año o más de un año. Sin embargo, la profusión de productos químicos sintéticos nuevos y no sometidos a prueba hace que evitarlos sea extremamente difícil.

SQM y depuración del aire
  
 La eliminación de los materiales que generan la exposición a los productos químicos es parte esencial de la creación de un "santuario" relativamente libre de emisiones químicas. Unas medidas apropiadas de depuración del aire también pueden ayudar a reducir las concentraciones de fondo de productos químicos residuales. Puesto que los productos químicos se hallan presentes en el aire tanto en forma de moléculas gaseosas como transportados por partículas, solamente los depuradores de aire que ofrecen tanto una filtración de partículas como filtros de fase gaseosa significativos serán capaces de hacer una contribución importante a la reducción de los niveles de fondo de productos químicos en el aire.

La mayoría de depuradores de aire hoy en día inmediatamente disponibles en el mercado no son adecuados para quienes sufren de SQM, porque sus filtros de fase gaseosa son demasiado pequeños. Las personas que sufren de SQM deberían evitar los productos que utilizan tela de carbón o filtros similares con un bajo contenido de carbón. Los depuradores de aire con medios granulados, tales como el carbón activado granulado, son más eficientes en la eliminación de los productos químicos gaseosos. Hay que evitar el carbón a base de palma de coco, puesto que algunos usuarios han informado de que produce alergias. Pero el carbón por sí solo no logra eliminar completamente los productos químicos gaseosos. El carbón activado funciona bien en el caso de los compuestos orgánicos volátiles (COV), pero no basta en el caso de algunos compuestos orgánicos semivolátiles (COSV) tales como el formaldehido o los productos químicos inorgánicos, como el sulfuro de hidrógeno. Los depuradores de aire que incorporan tanto carbón activado granulado como alumina químicamente activa son los que pueden eliminar la gama más amplia de productos químicos. Los depuradores de aire que presentan una combinación de carbón activado granulado por un lado y de zeolita por el otro, no tienen un rendimiento tan bueno. Algunos fabricantes de depuradores de aire han comercializado la zeolita en depuradores de aire para personas que sufren de SQM, pero no hay ninguna evidencia científica sólida que indique que se la deba preferir a los medios de carbón activado o de quimioadsorbentes.

Los filtros de fase gaseosa de los depuradores de aire para la SQM deberían estar protegidos por un prefiltro de alto rendimiento. El prefiltro los protege contra la contaminación prematura por partículas que reduce drásticamente la efectividad de los filtros de fase gaseosa al taponar los microporos de los medios. Dicho taponamiento reduce la efectividad y la vida útil de los filtros, y puede desembocar en una contaminación cruzada.

Los mismos depuradores de aire pueden ser fuente de contaminantes químicos que representan un serio problema para quienes sufren de SQM. Muchos depuradores de aire contienen líquidos obturantes, juntas, colas y suavizadores que pueden liberar productos químicos en el aire. El examen de varios sistemas de depuración de aire en el mercado ha demostrado que no hay ninguna diferencia significativa en la cantidad de productos químicos emitidos entre los depuradores de aire con caja de metal y los que tienen caja de plástico. Ello quizá se deba al hecho de que la mayoría de emisiones contaminantes de los depuradores de aire a temperatura ambiente provienen de las juntas y los compuestos obturantes que pueden formar parte tanto de las unidades con caja de metal como de las unidades con caja de plástico. Personas que sufren de SQM han informado de que también los motores de ventilador emiten productos químicos y olores. Ello se debe al barniz utilizado en el bobinaje de los motores. Quienes sufren de SQM deberían pedir depuradores de aire que se vendan con motores de ventilador sin barniz, y que lleven el motor del ventilador delante del filtro de fase gaseosa. De este modo, el filtro de fase gaseosa podrá capturar los productos químicos (procedentes de lubricantes, etc.) emitidos por el motor del ventilador al calentarse. Las personas con SQM también deberían asegurarse de que el motor del ventilador y el filtro de fase gaseosa vayan seguidos de un postfiltro de partículas eficiente que capture el polvo que pueda generar el medio de fase gaseosa y el polvillo de metal procedente del motor.
Por tanto, hay que evitar los depuradores de aire que llevan el motor del ventilador colocado en la última etapa del depurador de aire.

Sistemas de IQAir idóneos para quienes sufren de SQM
  
 La Serie IQAir GC fue especialmente desarrollada para la eliminación de los productos químicos gaseosos. Los sistemas se pueden adquirir en cuatro configuraciones (según la sensibilidad específica de la persona con SQM) y cada una de ellas tiene como objetivo grupos de compuestos gaseosos específicos. En la mayoría de casos de SQM, la unidad IQAir MultiGas GC es la mejor elección, debido a su filtro de fase gaseosa de amplio espectro capaz de capturar todo un amplio abanico de productos químicos gaseosos. Otras características de los sistemas de la Serie IQAir GC importantes para quienes padecen SQM son:

No contienen juntas ni obturadores que puedan desprender productos químicos

La caja esta hecha de plástico ABS de primera calidad completamente endurecido, que no desprende emisiones

El motor del ventilador IQAir está situado delante del filtro de fase gaseosa y delante del postfiltro de partículas. El motor del ventilador no tiene barniz.

El filtro de gases va seguido de un postfiltro particulado de alto rendimiento que captura cualquier partícula procedente del filtro de fase gaseosa.

Los cartuchos del filtro de gases se pueden cambiar independientemente de los demás filtros del depurador de aire. Esto evita la contaminación cruzada y permite que se los pueda reemplazar por separado.

El filtro de fase gaseosa está protegido de la contaminación prematura por partículas por un prefiltro de alto rendimiento.

Si hay que cubrir áreas muy amplias, o si las concentraciones de productos químicos son elevadas, se deberían utilizar varias unidades de IQAir GC. Gracias a su filtro de fase gaseosa de mayor tamaño, la Serie IQAir GCX es capaz de enfrentarse a concentraciones aún más altas de productos químicos. En la mayoría de los casos, es preferible utilizar varias unidades GC que un único sistema GCX.

mas informacion: http://www.iqair.com/ESP/index.htm

 

"Alérgicos" al siglo XX

CONTAMINACION

Enfermedad ambiental

Aunque es una patología de la que se habla especialmente en los últimos cinco años, el Síndrome Químico Múltiple (SQM) se conoce desde los 50. El pionero en este tema fue un médico de Chicago llamado Theron Randolph. Ultimamente se le han dado muchos nombres alternativos para describir esta condición: enfermedad ambiental, enfermedad del siglo XX, síndrome de respuesta a las sustancias químicas, alteración del sistema inmune inducida por las sustancias químicas, síndrome de alergia total, etcétera. Para aquellos que aceptan su existencia, el SQM es un nuevo diagnóstico en medicina como lo fue el lupus y la esclerosis múltiple, otras enfermedades que los médicos detectaron, pero que no supieron entender inmediatamente. Los pacientes con SQM se quejan de fatiga, pérdida de memoria, cambios de humor y muchos otros problemas de salud. Nadie sabe cuántos enfermos de SQM hay en el mundo, aunque, según los doctores Miller Bell e Iris Bel, que investigan sobre el SQM, una teoría dice que muchas personas están afectadas sin saberlo. Después de todo, los seres humanos demuestran tener una asombrosa capacidad para la adaptación a muchas sustancias nocivas (como por ejemplo, el tabaco y el alcohol).

http://www.elmundo.es