«El móvil causa más radiación que vivir al lado de una antena»
Rafael Ruiz Cruces. Presidente de la Sociedad Española de Protección Radiológica.
Este experto insiste en que no hay ningún estudio científico que demuestre que la telefonía móvil, o el uso del microondas y el secador agrave el riesgo de sufrir cáncer
Hablar por el móvil y usar un secador de pelo o la aspiradora producen radiaciones que causan efectos biológicos, pero en ningún caso nocivos para la salud. Rafael Ruiz Cruces, presidente de la Sociedad Española de Protección Radiológica y profesor de Radiología y Medicina Física de la Universidad de Málaga, subraya que no hay evidencia científica que demuestre que las radiaciones de la telefonía móvil o cualquier electrodoméstico causen cáncer o agrave el riesgo de padecerlo. Insisten en transmitir un mensaje de "tranquilidad" a la sociedad, para no caer en la cultura del miedo. Sobre el campo de la radiología, destaca las medidas de protección que se aplican en los centros sanitarios e industrias, y recuerda que España es referente en la legislación sobre medidas de seguridad de las centrales nucleares. "Vivir cerca de una central es igual que residir en otro lugar. No hay riesgo para la salud de los habitantes y la radiación ambiental está perfectamente controlada", asevera este experto, que ha intervenido en investigaciones sobre los efectos de las radiaciones en la población.
-¿Las radiaciones del teléfono móvil causan algún efecto en la salud?
-Los campos electromagnéticos del teléfono móvil, que causan radiaciones no ionizantes, no producen efectos nocivos para la salud. Es decir, no hay estudios científicos que prueben que provoquen cáncer.
-¿Qué otros efectos produce?
-Los móviles o las antenas de telefonía generan campos electromagnéticos que producen un efecto térmico. Cuando una persona habla por el móvil durante diez minutos, probablemente cambiará el aparato a la otra oreja por el efecto del calor. Pero este efecto térmico equivale a 0,2 grados, y en el momento en el que se retira el móvil, pues la sangre fluye. No hay que preocuparse por ese efecto. Se han hecho muchos estudios sobre esta materia y se van a hacer más, pero de momento los resultados han sidos los mismos. Se ha hablado de sordera, de posibles tumores cerebrales, pero no hay prueba científica. Y en las antenas de telefonía pasa lo mismo. Por cierto, hay que transmitir en este sentido un mensaje de tranquilidad, porque uno recibe más radiación del móvil que por vivir al lado de una antena. Y es fundamental saber que cuando una antena emite, no es una señal directa sino como un paralepípedo, de modo que al vecino que vive debajo no le llega.Y de todas formas, esa radiación es nula, y miles de veces inferior que la del móvil.
-¿Cómo se explican entonces varios casos de cáncer en puntos próximos a antenas de telefonía móvil? Como ejemplo, el colegio de Valladolid donde hubo varios historiales clínicos de esta enfermedad.
-Trabajé en ese caso junto a biólogos, médicos y otros expertos y se demostró claramente que las antenas del colegio emitían mil veces por debajo de la legislación española, por lo que no causaron efectos. También se investigaron productos químicos y de limpieza y no arrojó resultados. Es lo que de llama incertidumbre. En Málaga, por ejemplo, ha habido denuncias vecinales en Miraflores, pero tampoco se demostró nada. Hay que tener en cuenta que el cáncer es multifactorial, es decir, tiene un componente genético pero también otras causas. Y la sociedad debe saber que vive en un riesgo.
-¿Por qué se tienden a relacionar radiaciones con cáncer?
-Tener una antena todo el día enfrente de casa puede causar miedo, pero si se tapara o soterrara a la gente le dejaría de doler la cabeza. Las radiaciones se relacionan con el cáncer por el miedo a lo desconocido y la inseguridad. Insisto en que los estudios son claros por ahora en este tema. Se han hecho investigaciones en células, animales y humanos y otros trabajos epidemiológicos y los resultados han sido por ahora los mismos. No hay efecto nocivo. Se harán más estudios. Pero creo que no debe haber riesgo por las características físicas de los campos electromagnéticos.
-Pero hay personas que manifiestan ser hipersensibles a estos campos y sufren cefaleas...
-Se han descubierto muchas cosas en cuanto a la hipersensibilidad, como dolor de cabeza, ansiedad o depresión. Pero a lo mejor la persona con cefalea que habla por el móvil tiene migraña. No hay relación probada. Por ejemplo, un secador puede producir un campo electromagnético superior al móvil si lo pones a tres centímetros de la cabeza. Cuando una persona va a la peluquería puede salir con dolor de cabeza, porque le han estado quemando el cerebro, pero lo mismo ocurre si estas ante la pantalla del ordenador tres horas o ves dos películas seguidas. Es decir, hablamos de efecto térmico que se disipa rápido y nunca es superior a un grado. Ahora bien, habría que preguntar a la gente si dejaría de usar el teléfono móvil si se comprobara que causa riegos para la salud, como ocurre con el tabaco.
-¿Qué otros aparatos generan altas radiaciones?
-Vivimos en un campo electromagnético que es la propia tierra. Cualquier electrodoméstico puede causar. El microondas es un ejemplo, pero creer que la leche calentada ahí es cancerígena no tiene sentido, es como si la calentáramos en un cazo en el fuego. En cuanto al uso del móvil, aunque no se ha demostrado riesgos, se recomienda que los niños menores de 10 años no sean usuarios.
-Hay trabajadores expuestos a altos campos electromagnéticos, como los fisioterapeutas o médicos rehabilitadores...
-Sí, se trata de profesionales que emplean aparatos de ultrasonido y onda corta. En estos casos se aplica en el trabajador los criterios de protección radiológica, que es tiempo, distancia y blindaje. Médicos rehabilitadores hay muchos y hasta ahora no se ha demostrado efectos para su salud. En el caso de la resonancia magnética, tanto el paciente como el profesional no tienen riesgos.
-Las radiaciones ionizantes, como el campo de la medicina nuclear o la radioterapia, pueden causar cáncer si hay un mal uso. Esto tiene una base científica...
-Las radiaciones ionizantes son beneficiosas siempre que se usen bien para diagnosticar en los procedimientos radiológicos, o tratar. La radioterapia mata células y siempre hay que tener en cuenta que va a producir un beneficio mayor. Es el principio de justificación, es decir, el bien para el paciente es mayor que el riesgo. España es pionera en la legislación en esta materia. Por ejemplo, si una persona se cae en la calle y sufre un traumatismo craneoencefálico hay que hacerle una placa en el cerebro para descartar una hemorragia. Y en campo industrial está todo muy regulado.
-¿Qué riesgos tienen los trabajadores que trabajan en centrales nucleares?
-Las centrales tienen su servicio de protección y medidas de seguridad muy fiables. Si algo falla, hay 15 ó 20 medidas más de seguridad. es decir, para que falle una centro nuclear tiene que haber un fallo múltiple. Aún así, no hay riesgo. Las centrales están perfectamente controladas y legisladas en España. Y es importante transmitir eso. En el país hay unas siete, pero en Francia existen 70 y nunca ha pasado nada. Otro tema fue el de Chernóbil, que eso estuvo motivado por la desintegración de la Unión Soviética y otros aspectos económicos que impidieron que hubiera medidas de protección. Y los trajabadores se someten a controles diarios y salen limpios. La seguridad es máxima, como el almacén de residuos radiactivos de El cabril (Córdoba).
-¿Qué efectos causan las centrales nucleares en los habitantes que tiene su residencia cerca?
-Vivir al lado de una central es como si no existiera o estar en otro sitio. Existen medidas de radiación ambiental, hay una red en España que tiene bastantes puntos con más de 1.000 laboratorios. Las centrales están ubicadas en puntos adaptables desde el punto de vista geológico, hay algunas en Tarragona, y la radiación ambiental en esa zona está perfectamente controlada.
-¿Y qué ocurre si hay fuga de algún material radiactivo?
-Si hubiese fuga se activarían todos los sistemas de protección, que como hemos dicho, son muchos, y las medidas de seguridades, e incluso se daría aviso al ejército. No hay riesgo.
-¿Causan algún efecto en la salud las radiaciones de las torretas eléctricas?
-En las radiaciones de baja frecuencia de torretas eléctricas, de 50 hercios, hay indicios de que puedan causar efectos nocivos para la salud. Hay algunos estudios pero no se ha llegado a una evidencia o prueba científica en humanos.
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