La GH demuestra su utilidad en fibromialgia
La administración de hormona de crecimiento (GH por sus siglas en inglés) junto con la terapia habitual en pacientes con fibromialgia grave asociada a niveles bajos de IGF-1 es beneficiosa. Así concluye un estudio piloto dirigido por Guillem Cuatrecasas, de la Clínica Tecknon, en Barcelona, cuyos resultados indican el beneficio de esta terapia y sugieren la validación en un estudio multicéntrico que ya está en marcha.
Los resultados se publican en BMC Musculosketal Disorders. "El origen de esta línea de investigación se remonta a 1998 cuando un reumatólogo estadounidense, Robert Bennett, observó que en las pacientes con fibromialgia reumática existen niveles bajos de factores asociados a la hormona del crecimiento. Se pensó en ello al ver que la clínica de las pacientes con fibromialgia (cansancio, dolor, trastornos del sueño y trastornos de conducta) también se daba de forma parecida en pacientes endocrinológicas con déficit de hormona del crecimiento", ha explicado Cuatrecasas.
"Hemos estudiado la administración del tratamiento con terapia convencional y hormona del crecimiento durante un año entero, para evitar diferencias estacionales incluimos a pacientes únicamente con fibromialgia grave (puntuaciones en el cuestionario validado para fibrosis, FIQ) y que además estuvieran ya tratados con tres fármacos convencionales serotoninérgicos, antidepresivos tricíclicos y derivados mórficos".
De esta manera, se ha comparado a enfermos tratados de forma convencional junto con apoyo psiquiátrico y rehabilitador activo, con pacientes tratados con dicha terapia y GH en dosis sustitutivas: "Se determinaban los niveles de factor de crecimiento similar a la insulina (IGF-1) y se subía o bajaba la cantidad de GH en función del valor de IGF-1". Los criterios de respuesta favorable quedaban determinados por la disminución en la puntuación de la escala FIQ, en el número de pares de puntos dolorosos, y en la mejoría en la puntuación en cuestionarios de calidad de vida (EQ-5D).
El resultado principal del estudio es que el número de puntos dolorosos se redujo en un 62 por ciento, y que la respuesta al tratamiento es rápida y progresiva intragrupo. Además, la puntuación FIQ se redujo en un 46 por ciento comparada con el grupo control, y la calidad de vida mejoró respecto al grupo control, especialmente en los tres primeros meses de tratamiento."La mejoría clínica observada es independiente del incremento de IGF-1 y de la dosis empleada. El tratamiento es seguro y tolerable."
La crítica que se puede hacer al trabajo es "el número reducido de participantes (24), y sobre todo el que no haya sido un tratamiento comparado contra placebo". Pero, según Cuatrecasas, éstas son las grandes modificaciones en el estudio multicéntrico que ha empezado en España y Portugal (en 12 centros con 120 pacientes) patrocinado por la compañía alemana Merck.
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