artritis reumatoide: un mal que puede deformar
Cuando se habla de artritis reumatoide, pocas personas conocen que se trata de la enfermedad autoinmune más común en el mundo entero.
A la misma vez, es usual inferir que el diagnóstico de este padecimiento lleve al paciente a pensar en varias inquietudes. Además del modo de sobrellevar el dolor, surge el temor de sufrir una incapacidad física. Sin embargo, conviene saber que, más allá de las dudas, orientarse en torno a las diversas recomendaciones médicas sobre la artritis reumatoide puede ser un gran recurso para evitar, en mayor medida, que se afecte la calidad de vida.
Múltiples factores
Al explicar en qué consiste la artritis reumatoide (AR) la doctora Yvonne M. Font Oronoz, reumatóloga, menciona que se trata de “una condición crónica que se caracteriza por una inflamación que afecta las articulaciones, causando en éstas dolor, calor e hinchazón”.
La causa para padecer este mal todavía se desconoce, “pero se cree que hay múltiples factores que la provocan”, aclara la doctora. “Se sabe que la inflamación se desarrolla en una persona genéticamente predispuesta y que un agente externo (por ejemplo, el cigarrillo) precipita su aparición”, detalla la reumatóloga. En este caso, fumar puede llevarlo a que se active la enfermedad, afectando al sistema inmunológico y “dando lugar a la destrucción progresiva de las articulaciones”, explica Font Oronoz. Esto sucede porque “el sistema inmune se confunde y toma los tejidos sanos como extraños y el cuerpo se ataca a sí mismo. De ahí que se le denomine como autoinmune.
Por otro lado, la doctora aclara que “la AR puede afectar todas las razas”. Se cree que, aproximadamente, el uno por ciento de la población mundial la padece. Además, puede manifestarse a cualquier edad, “pero es más frecuente entre los 25 y 50 años”, especifica la reumatóloga. Incluso, se ha observado que “las mujeres son tres veces más propensas a padecerla”.
Aunque no es una enfermedad “que se herede como tal, estudios han concluido que hay patrón familiar y que en gemelos idénticos existe un riesgo 5 veces mayor de desarrollarla”.
Enfermedad gradual
En un 70 por ciento de los casos, la AR se manifiesta de manera gradual. Los signos incluyen “entumecimiento -que puede durar más de una hora después de levantarse o luego de un descanso prolongado-, dolor, hinchazón, enrojecimiento, ardor e hipersensibilidad en las articulaciones”, enumera Font Oronoz.
Las coyunturas más afectadas “son manos, muñecas, codos, tobillos, pies y cuello”, aclara la especialista. Generalmente, “se afectan ambos lados del cuerpo por igual y la inflamación puede ocasionar deformidades”, añade. Además de afectar las articulaciones, “puede causar daños en los cartílagos, ligamentos y tendones”.
Otras manifestaciones de la AR “pueden ser los nódulos no dolorosos debajo de la piel, inflamación del pulmón o el corazón, hormigueo, nódulos linfáticos agrandados, boca seca (síndrome de Sjögren) , síndrome de túnel carpiano, anemia (glóbulos rojos bajos) y palidez, entre otros”.
Posible controlarla
En la actualidad, no existe una cura para la artritis reumatoide. Tampoco se puede prevenir. Sin embargo, gracias “al descubrimiento de nuevas terapias y del uso de medicamentos en etapas tempranas, es posible detener erosiones (en el hueso) y controlar la enfermedad hasta llevarla a remisión”, destaca la doctora.
Cabe aclarar que los síntomas de la artritis reumatoide se pueden confundir con los de otras enfermedades (lupus, gota, osteoartritis y fibromialgia, entre otras), sobre todo durante sus primeras semanas. De ahí que, como criterio para su diagnóstico, se tome en cuenta “el historial clínico y el examen físico en conjunto con análisis de sangre y rayos X”, aclara Font Oronoz.
Varios tratamientos
Según indica la doctora, los tratamientos para la AR van dirigidos a aliviar el dolor, evitar daños y prevenir la discapacidad. Por lo general, “se requiere tratamiento de por vida”, advierte. En la actualidad, entre las estrategias para tratar la enfermedad se incluyen “el tratamiento agresivo en una etapa temprana con medicamentos antirreumáticos modificadores de la enfermedad (DMARD, por sus siglas en inglés)”, señala. “El metotrexato es el más conocido y utilizado”, menciona. Y se puede usar “en combinación con otros medicamentos de ser necesario”.
También, “hay medicamentos biológicos nuevos que han demostrado una excelente respuesta clínica y que, usualmente, se reservan para casos severos o para pacientes que fallan a los DMARD tradicionales”. Por otro lado, “los fármacos antiinflamatorios, corticoesteroides, el descanso y los ejercicios también son importantes para tratar la enfermedad”, revela.
Hay casos en los que el paciente puede requerir cirugía para las articulaciones afectadas severamente. Esta alternativa “puede aliviar el dolor y corregir deformidades”, menciona la doctora. Sin embargo, la mayoría de las cirugías “necesitan de un programa de ejercicios para obtener el beneficio máximo de la nueva articulación”, advierte.
Importante un diagnóstico a tiempo
Es posible aliviar el dolor, evitar deformidades y mejorar la calidad de vida de los pacientes con AR si se comienza un tratamiento adecuado por parte de un reumatólogo y de un grupo interdisciplinario que incluya un experto en terapia ocupacional y física, consejeros, nutricionistas, cirujanos y enfermeras, enfatiza la doctora. A su vez, “el apoyo de la familia y la educación es imprescindible”, sostiene.
Otras recomendaciones importantes para sobrellevar esta enfermedad son dejar de fumar, vacunarse (influenza y pneumococo, entre otras) y tomar calcio (para evitar osteoporosis). También, se requiere buscar ayuda médica para el manejo de otras enfermedades como la diabetes, alta presión y el colesterol alto, ya que son factores de riesgo para enfermedades coronarias por medio de la aterosclerosis. “En estos últimos pacientes la mortalidad cardiovascular es muy notable”.
De no tratarse adecuadamente, el paciente de artritis reumatoide puede “continuar con fatiga, anemia e inflamación persistente en las articulaciones con destrucción del hueso, cartílago, tendón y ligamentos cercanos”, menciona la doctora. Además, la AR puede ser tan debilitante y severa al punto de llevar al paciente a no poder levantarse, vestirse ni comer, afectando su calidad de vida.
La Dra. Yvonne M. Font Oronoz es reumatóloga y colaboradora de proyectos de investigación de la Escuela de Medicina del Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico.
Algunos síntomas
La especialista también señala que existen diversos síntomas que pueden manifestarse antes y/o durante el padecimiento de artritis reumatoide.
Para su diagnóstico
La reumatóloga Yvonne M. Font Oronoz explica que el Colegio Americano de Reumatología ha establecido varios criterios que sirven de guía para el diagnóstico de artritis reumatoide. Se requieren al menos cuatro de las siguientes manifestaciones en el paciente, por lo menos durante seis semanas.
4 comentarios
Aluka -
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