Besos que enferman
Mononucleosis conocida como “enfermedad del beso”
Es una infección provocada por un virus que se transmite por la saliva. Los síntomas son parecidos a los de una gripe común y en muy pocos casos ocurren complicaciones.
Experimentar un beso siempre es una sensación placentera pero algunas veces puede significar el estar unos cuantos días en cama con fiebre, dolor de garganta e inflamación de los ganglios, entre otros síntomas.
La mononucleosis o “enfermedad del beso” como se le conoce popularmente, es una infección provocada por dos virus, pero el más frecuente es el Esptein Barr y aunque la única forma de contagio no solo es el beso, sí es la más común.
Existen otras formas de contraer el virus, como la tos o el estornudo pues se transmite a través de micro gotitas de saliva y la persona lo adquiere por el contacto con esta sustancia.
“En la sangre hay células que se llaman mononucleares, que son uno de los tipos de glóbulos blancos, la enfermedad afecta a los mononucleares de ahí el nombre de este mal infeccioso”, dijo el pediatra infectologo del Centro Integral Médico, Rolando Ulloa.
Esta enfermedad puede presentarse a cualquier edad, en niños, durante la juventud e incluso en adultos, sin embargo es más común entre adolescentes y los cuadros clínicos varían poco entre los diferentes grupos de población, por ejemplo en los adultos puede producir fatiga crónica.
Pasajeros
Para determinar la enfermedad, es necesario un diagnóstico médico ya que los síntomas son muy similares a una gripe común, aunque su diferenciación se basa en otros indicios distintos como lo son el crecimiento del hígado y el bazo o la presencia de ganglios principalmente en el cuello aunque pueden aparecer en axilas, detrás de las orejas y la ingle.
Según explicó Ulloa, se presenta además fiebre alta que puede oscilar entre los 39 ó 40 grados, nausea, brote cutáneo, enema en los párpados, dolor abdominal, dolor de garganta, pus en las amígdalas y dolor de cabeza.
Generalmente, los síntomas desaparecen por sí solos en al menos una o dos semanas y cuando pasa, los pacientes pueden continuar con su vida completamente normal aunque en muy pocos casos pueden presentarse complicaciones.
“El virus no necesariamente da el mismo cuadro clínico en todos los pacientes; en uno puede solo causar fiebre o alguno que otro ganglio pero no siempre hay brote, los síntomas varían”, indicó Ulloa.
La infección puede ocurrir en cualquier período del año y los brotes son infrecuentes.
Para un mejor diagnóstico se puede confirmar mediante pruebas de laboratorio como la serología que mide anticuerpos dentro del organismo.
Complicaciones infrecuentes
El tratamiento para esta enfermedad es sintomático, es decir, de acuerdo a los síntomas que presenta la persona, pues no hay medicamento alguno que la prevenga.
Se recomienda hidratación, y reposo debido a que si el bazo está crecido y sufre alguna lesión se puede reventar y producir un sangrado interno, además la persona debe tomar mucho líquido y en algunos casos puede requerir de antivirales específicos, pues podría producirse una obstrucción en las vías respiratorias por la inflamación de los ganglios.
Según Ulloa, la enfermedad se puede prevenir no compartiendo utensilios de otras personas como pajillas o cucharas, ya que se transmite por la saliva, además algunos padres le dan besos a sus hijos en la boca lo que podría producirles la enfermedad.
El especialista dijo que en algunos casos podrían ocurrir complicaciones pero en los niños el curso de la enfermedad es benigna y no desarrolla complicación alguna.
“En una minoría de personas se puede complicar y producir encefalitis, trastornos en la médula ósea, fiebre prolongada y en otros casos compromiso articular”, aseguró el médico.
La enfermedad del beso es una causa común de consulta pediátrica ambulatoria, es decir, no requiere de hospitalización.
Por lo general el virus da la enfermedad, se eliminan los síntomas y en algunos casos se puede producir latencia y podría reactivarse, pero con manifestaciones leves.
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Marisol -