Denuncian el trato recibido en la Unidad de Fibromialgia
Al menos, 18 afectados, según Afibroalba, han pedido una segunda opinión médica Han hecho llegar su malestar a la Junta y desde el Hospital ya se buscan soluciones
Respeto hacia su enfermedad y el mismo trato que se le da a cualquier otro enfermo. Es el ruego de un grupo de albaceteñas aquejadas de fibromialgia que aseguran sentirse incomprendidas y maltratadas por algunos de los facultativos del Complejo Hospitalario Universitario de Albacete (CHUA). La presidenta de la Asociación de Enfermos de Fibromialgia y Síndrome de Fatiga Crónica de Albacete (Afibroalba), Concepción Azorín, es la encargada de hacer esta demanda en representación de aquellos asociados, la mayoría son mujeres, que le han hecho llegar sus quejas acerca de la falta de sensibilidad y de respeto con el que son tratados.
Uno de los últimos casos que le ha llegado es el de P. E., una limpiadora albaceteña que desde principios del año 2006 comenzó a sufrir fuertes dolores lumbares. Según relata Escobar hasta que le fue diagnosticado «un cuadro de fibromialgia severo» pasó por diferentes médicos que le detectaron varias dolencias que aún así no explicaban los fuertes dolores que sentía y la persistencia de los mismos pese al tratamiento. A ello se unió, según explica, una fuerte depresión como consecuencia del fallecimiento de su padre.
Tras detectarle la fibromialgia, tanto por parte de un médico ciudadrealeño como por otros especialistas y entre ellos por el servicio de medicina interna del Complejo Hospitalario, Escobar fue derivada a uno de los reumatólogos de la Unidad de Fibromialgia de Albacete. Esta mujer asegura que esta noticia le ilusionó en un primer momento. «Vi una puerta abierta a mi enfermedad», matiza añadiendo a renglón seguido que lo que se encontró no respondió a estas expectativas.
De hecho asegura que en ese primer encuentro el médico en cuestión llegó a decirle que no sabía a qué iba a su consulta ni qué pruebas realizarle. «Llegó incluso a sugerirme que si tanto me dolía acudiese a Urgencias», apunta esta mujer. Tras este primer encuentro Escobar recibió otra citación para volver a la consulta de este reumatólogo el pasado 1 de agosto, en la que, según sus palabras, el trato no mejoró.
Posteriormente Escobar presentó una queja ante el Servicio de Atención al Paciente por el trato recibido solicitando además el cambio de especialista y que se la derive a los servicios de Ciudad Real dónde uno de los reumatólogos le diagnosticó en su día la fibromialgia.
Más casos
Pero el caso de P. E. no es una excepción, según manifiestan desde Afibroalba. La presidenta de la asociación tiene constancia de que al menos 18 asociadas se han dirigido al Servicio de Atención al Paciente pidiendo una segunda opinión médica ante el trato recibido por alguno de los especialistas de la Unidad de Fibromialgia.
Además en la asociación han recibido muchas quejas de enfermas acerca de los malos modos con los que varios reumatólogos de la Unidad han tratado.
«Hemos llegado a la conclusión de que hay varios reumatólogos que no están sensibilizados con la problemática de esta enfermedad ni con las personas que la sufren», indica Concepción Azorín. «Lo único que pedimos es respeto, el mismo que merece cualquier otro enfermo», reitera la representante de la asociación, también aquejada de fibromialgia. Un respeto que también echan a faltar, por otra parte, cuando tienen que pasar por el examen del Tribunal Médico para que se les reconozca la incapacidad laboral. Todo ello unido a la frustración que les produce el sufrir una enfermedad muy incapacitante, que les genera múltiples dolores, que en estos momentos no tiene cura ni se sabe porqué se produce, de la que existe un gran desconocimiento, y que por tanto no está reconocida socialmente.
Azorín denuncia además que la Unidad de Fibromialgia no funciona tal y como se había anunciado ya que «no se sigue ni se cumple el protocolo». A ello se suma también, según demandan desde Afibroalba, el hecho de que las instalaciones del gimnasio para rehabilitación en la Unidad no se han puesto aún en funcionamiento.
Ante esta situación la presidenta de Afibroalba entregó una carta recientemente al vicepresidente de la Junta, Fernando Lamata, en la que exponía y denunciaba estas y otras cuestiones que afectan y preocupan a los afectados de fibromialgia en la provincia.
Asimismo Azorín mostró su intención de enviar otros escritos a la Defensora del Pueblo, y a la delegada de Sanidad una vez que se inicie de nuevo el curso político en las próximas semanas. La representante de la asociación también se ha dirigido ya al Sescam y al gerente del Complejo Hospitalario Universitario de Albacete, Jesús Martino Sánchez, con quien mantuvo una reunión el pasado viernes.
Un encuentro, el mantenido con el gerente del Chua, en el que se intentaron buscar soluciones a estos problemas. Así, Sánchez se comprometió a que todo el equipo que conforma la Unidad de Fibromialgia se reúna y se plantee y se aborde la situación que atraviesan las personas que sufren esta enfermedad no sólo desde el punto de vista físico sino también social y familiar.
Complejidad
El gerente del Complejo Hospitalario reconoce la complejidad de una enfermedad como la fibromialgia y lamenta que este grupo de pacientes no sienta que los facultativos están sensibilizados con esta patología. No obstante, Sánchez destaca la importante labor que se está llevando a cabo en Albacete indicando que la Unidad se ha convertido en un modelo para otras gerencias hospitalarias, defendiendo a la par el trabajo de los profesionales que conforman este nuevo servicio.
Respecto a las peticiones de Afibroalba, Sánchez también se comprometió a que los pacientes podrán someterse a una segunda opinión en los casos en los que se cumplan los requisitos establecidos a tal fin.
En cuanto al funcionamiento del gimnasio de la Unidad, Sánchez asegura que las instalaciones ya están terminadas y confía en que a lo largo del otoño pueda entrar en funcionamiento.
Uno de los últimos casos que le ha llegado es el de P. E., una limpiadora albaceteña que desde principios del año 2006 comenzó a sufrir fuertes dolores lumbares. Según relata Escobar hasta que le fue diagnosticado «un cuadro de fibromialgia severo» pasó por diferentes médicos que le detectaron varias dolencias que aún así no explicaban los fuertes dolores que sentía y la persistencia de los mismos pese al tratamiento. A ello se unió, según explica, una fuerte depresión como consecuencia del fallecimiento de su padre.
Tras detectarle la fibromialgia, tanto por parte de un médico ciudadrealeño como por otros especialistas y entre ellos por el servicio de medicina interna del Complejo Hospitalario, Escobar fue derivada a uno de los reumatólogos de la Unidad de Fibromialgia de Albacete. Esta mujer asegura que esta noticia le ilusionó en un primer momento. «Vi una puerta abierta a mi enfermedad», matiza añadiendo a renglón seguido que lo que se encontró no respondió a estas expectativas.
De hecho asegura que en ese primer encuentro el médico en cuestión llegó a decirle que no sabía a qué iba a su consulta ni qué pruebas realizarle. «Llegó incluso a sugerirme que si tanto me dolía acudiese a Urgencias», apunta esta mujer. Tras este primer encuentro Escobar recibió otra citación para volver a la consulta de este reumatólogo el pasado 1 de agosto, en la que, según sus palabras, el trato no mejoró.
Posteriormente Escobar presentó una queja ante el Servicio de Atención al Paciente por el trato recibido solicitando además el cambio de especialista y que se la derive a los servicios de Ciudad Real dónde uno de los reumatólogos le diagnosticó en su día la fibromialgia.
Más casos
Pero el caso de P. E. no es una excepción, según manifiestan desde Afibroalba. La presidenta de la asociación tiene constancia de que al menos 18 asociadas se han dirigido al Servicio de Atención al Paciente pidiendo una segunda opinión médica ante el trato recibido por alguno de los especialistas de la Unidad de Fibromialgia.
Además en la asociación han recibido muchas quejas de enfermas acerca de los malos modos con los que varios reumatólogos de la Unidad han tratado.
«Hemos llegado a la conclusión de que hay varios reumatólogos que no están sensibilizados con la problemática de esta enfermedad ni con las personas que la sufren», indica Concepción Azorín. «Lo único que pedimos es respeto, el mismo que merece cualquier otro enfermo», reitera la representante de la asociación, también aquejada de fibromialgia. Un respeto que también echan a faltar, por otra parte, cuando tienen que pasar por el examen del Tribunal Médico para que se les reconozca la incapacidad laboral. Todo ello unido a la frustración que les produce el sufrir una enfermedad muy incapacitante, que les genera múltiples dolores, que en estos momentos no tiene cura ni se sabe porqué se produce, de la que existe un gran desconocimiento, y que por tanto no está reconocida socialmente.
Azorín denuncia además que la Unidad de Fibromialgia no funciona tal y como se había anunciado ya que «no se sigue ni se cumple el protocolo». A ello se suma también, según demandan desde Afibroalba, el hecho de que las instalaciones del gimnasio para rehabilitación en la Unidad no se han puesto aún en funcionamiento.
Ante esta situación la presidenta de Afibroalba entregó una carta recientemente al vicepresidente de la Junta, Fernando Lamata, en la que exponía y denunciaba estas y otras cuestiones que afectan y preocupan a los afectados de fibromialgia en la provincia.
Asimismo Azorín mostró su intención de enviar otros escritos a la Defensora del Pueblo, y a la delegada de Sanidad una vez que se inicie de nuevo el curso político en las próximas semanas. La representante de la asociación también se ha dirigido ya al Sescam y al gerente del Complejo Hospitalario Universitario de Albacete, Jesús Martino Sánchez, con quien mantuvo una reunión el pasado viernes.
Un encuentro, el mantenido con el gerente del Chua, en el que se intentaron buscar soluciones a estos problemas. Así, Sánchez se comprometió a que todo el equipo que conforma la Unidad de Fibromialgia se reúna y se plantee y se aborde la situación que atraviesan las personas que sufren esta enfermedad no sólo desde el punto de vista físico sino también social y familiar.
Complejidad
El gerente del Complejo Hospitalario reconoce la complejidad de una enfermedad como la fibromialgia y lamenta que este grupo de pacientes no sienta que los facultativos están sensibilizados con esta patología. No obstante, Sánchez destaca la importante labor que se está llevando a cabo en Albacete indicando que la Unidad se ha convertido en un modelo para otras gerencias hospitalarias, defendiendo a la par el trabajo de los profesionales que conforman este nuevo servicio.
Respecto a las peticiones de Afibroalba, Sánchez también se comprometió a que los pacientes podrán someterse a una segunda opinión en los casos en los que se cumplan los requisitos establecidos a tal fin.
En cuanto al funcionamiento del gimnasio de la Unidad, Sánchez asegura que las instalaciones ya están terminadas y confía en que a lo largo del otoño pueda entrar en funcionamiento.
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