El Tribunal Superior reconoce la incapacidad laboral a una trabajadora con fibromialgia
Considera que no puede desempeñar su profesión sin colocarse en una situación de «sufrimiento no exigible»
El diagnóstico de la dolencia es difícil
La Sala de lo Social del Tribunal Superior del País Vasco ha reconocido la incapacidad laboral permanente a una mujer alavesa que padece fibromialgia desde 2003. La sentencia, a la que ha tenido acceso este periódico, condena al Instituto Nacional de la Seguridad Social y la Tesorería General de la Seguridad Social a abonar a María Ángeles Corres, especialista metalúrgico de profesión, una pensión vitalicia del 55% de su base reguladora de 1.254 euros, 14 veces al año, con las mejoras, incrementos y revalorizaciones que correspondan desde diciembre de 2005. Y es que, en esa fecha, la Unidad Médica del Equipo de Valoración de Incapacidades de la Seguridad Social consideró que la operaria «no presentaba reducciones anatómicas o funcionales» que disminuyesen o anulasen su capacidad de trabajo. Algo con lo que no está de acuerdo la máxima instancia judicial de la comunidad autónoma.
La sintomatología de la fibromialgia incluye dolor muscular generalizado y constante, cansancio sin haber realizado ninguna actividad que lo justifique, alteraciones del sueño, rigidez matutina, ansiedad, depresión, dolor de cabeza, colón irritable, hormigueo y problemas de atención y de memoria. En este sentido, el Tribunal señala que los tratamientos seguidos por la trabajadora en la Unidad del Dolor del hospital Txagorritxu de Vitoria no han supuesto una mejora en su estado de salud, lo que unido a un cuadro ansioso-depresivo ligado a la enfermedad, le impide «el desarrollo eficaz» de su actividad.
La sentencia argumenta que la profesión de especialista metalúrgico es «escasamente cualificada», y afirma que la demandante tendría que «aportar en esencia fuerza física», lo que la colocaría «en una situación de sufrimiento no exigible a ningún trabajador». Por lo que concluye que la operaria «carece de capacidad para su desempeño».
Para Raquel Rincón, abogada de la trabajadora metalúrgica, el dictamen judicial -la sentencia es firme- supone un «paso importante» para reconocer los derechos de las personas con fibromialgia. Y es que servirá para ampliar la jurisprudencia en este sentido. «Es meritorio que los tribunales se adecuen a la realidad social del tiempo en que se aplica la norma», indicó.
El diagnóstico de esta afección crónica, que limita considerablemente la vida de quienes la padecen, en su mayoría mujeres de más de 50 años, es complejo. A menudo se confunde de hecho con otro tipo de cuadros clínicos, como depresiones o estrés. Se estima que afecta al 3% de la población. Es decir, en Euskadi hay 40.000 personas con esta dolencia.
0 comentarios