Casi un millar de jienenses acude a la Unidad del Dolor con la esperanza de mitigar su tortura
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El Hospital Doctor Sagaz cuenta con una sección especializada en este problema, que registró el año pasado más de cuatro mil revisiones La mayoría de enfermos que llegan, padecen dolores crónicos benignos, que sufren sobre todo mujeres con una media de edad de sesenta años
CARMEN CABRERA/JAÉN
Hay quien, lejos de temerle a la muerte, lo que más miedo le da es sentir dolor. Un dolor físico que puede llegar a hacerse insoportable, a impedir hacer las tareas de la vida cotidiana, a no poder levantarse un buen día ni de la cama porque se convierte en un tormento continuo, que le acompaña veinticuatro horas siete días a la semana. Es este suplicio precisamente el que tratan de moderar en la medida de lo posible en la Unidad del Dolor, ubicada en el centro Doctor Sagaz (antiguo Neveral) del Complejo Hospitalario de Jaén.
En la planta que acoge a este tipo de pacientes todo es silencio. Rodeado el centro de una espléndida naturaleza, el aire fresco y la luz se cuelan por las habitaciones que tienen sus ventanas abiertas. Ahora, en verano, huele a pintura reciente en las paredes y se muestran más blancas que de costumbre. No en vano, se ha aprovechado la época estival para darle algunos retoques. Sin embargo, el dolor de los pacientes no remite en estas fechas, por lo que el personal continúa con su trabajo habitual de todo el año.
Son un equipo de tres médicos y dos enfermeras los que trata de mitigar este padecimiento a todos los ciudadanos de Jaén, ya que son centro de referencia para toda la provincia. Aparte, se encuentra el personal de encamamiento, que tiene capacidad para acoger a 17 enfermos. Hasta ellos llegan aquellos pacientes con dolor crónico, es decir, aquel que persiste durante más de tres meses y siempre derivados de Atención Primaria, especialistas u otros hospitales de la provincia. Acuden a este centro cuando los tratamientos que se les han aplicado anteriormente no consiguen reducir el dolor que sienten continuamente y que en muchas ocasiones persiste aún cuando ha pasado la causa que los originó.
10% oncológicos
Éste fue el caso de más de 900 jienenses que tuvieron a lo largo de 2006 su primera visita en este centro. Además, también se atendieron alrededor de 4.000 consultas de revisión. Curiosamente, sólo el 10 por ciento de los pacientes que llegan al centro son enfermos oncológicos, ya que «cada vez se consigue un mejor tratamiento con los especialistas que tratan el cáncer», indica el jefe clínico de la Unidad, Diego Contreras. El 90 por ciento de los enfermos posee dolores crónicos benignos. La dolencia más frecuente es la del dolor de espalda inespecífica (27%), la columna lumbar (17%), la rodilla (20%) o el hombro (10%). Es decir, los dolores raquídeos. También hay enfermos que acuden con problemas de artritis y artrosis en más de un 30%, mientras que hay algunos que sufren problemas de neuropatía (nervios periféricos).
Según apunta Contreras, «el estudio STEP refleja que el 26% de los enfermos acude una media de tres veces al año al Servicio de Urgencias, con motivo de que no pueden soportar el dolor que padecen», indica.
Además, es reseñable que en las visitas se encuentran el doble de mujeres que de hombres, lo que puede tener su explicación en que las mujeres suelen tener más problemas osteoarticulares. «La esperanza de vida de la mujer es cada vez más avanzada, por lo que es frecuente que con más de 70 años tenga ya dolores», indica Contreras.
La edad media de todos los pacientes tratados se establece alrededor de los 60 años.
En este estudio también se pone de manifiesto que un tercio de los pacientes que sufre este malestar ve afectado su entorno laboral, ya sea porque tiene que pedir la baja en el trabajo o porque se reduce su rendimiento, debido a que tiene dificultades para llevar una vida normal.
En la planta que acoge a este tipo de pacientes todo es silencio. Rodeado el centro de una espléndida naturaleza, el aire fresco y la luz se cuelan por las habitaciones que tienen sus ventanas abiertas. Ahora, en verano, huele a pintura reciente en las paredes y se muestran más blancas que de costumbre. No en vano, se ha aprovechado la época estival para darle algunos retoques. Sin embargo, el dolor de los pacientes no remite en estas fechas, por lo que el personal continúa con su trabajo habitual de todo el año.
Son un equipo de tres médicos y dos enfermeras los que trata de mitigar este padecimiento a todos los ciudadanos de Jaén, ya que son centro de referencia para toda la provincia. Aparte, se encuentra el personal de encamamiento, que tiene capacidad para acoger a 17 enfermos. Hasta ellos llegan aquellos pacientes con dolor crónico, es decir, aquel que persiste durante más de tres meses y siempre derivados de Atención Primaria, especialistas u otros hospitales de la provincia. Acuden a este centro cuando los tratamientos que se les han aplicado anteriormente no consiguen reducir el dolor que sienten continuamente y que en muchas ocasiones persiste aún cuando ha pasado la causa que los originó.
10% oncológicos
Éste fue el caso de más de 900 jienenses que tuvieron a lo largo de 2006 su primera visita en este centro. Además, también se atendieron alrededor de 4.000 consultas de revisión. Curiosamente, sólo el 10 por ciento de los pacientes que llegan al centro son enfermos oncológicos, ya que «cada vez se consigue un mejor tratamiento con los especialistas que tratan el cáncer», indica el jefe clínico de la Unidad, Diego Contreras. El 90 por ciento de los enfermos posee dolores crónicos benignos. La dolencia más frecuente es la del dolor de espalda inespecífica (27%), la columna lumbar (17%), la rodilla (20%) o el hombro (10%). Es decir, los dolores raquídeos. También hay enfermos que acuden con problemas de artritis y artrosis en más de un 30%, mientras que hay algunos que sufren problemas de neuropatía (nervios periféricos).
Según apunta Contreras, «el estudio STEP refleja que el 26% de los enfermos acude una media de tres veces al año al Servicio de Urgencias, con motivo de que no pueden soportar el dolor que padecen», indica.
Además, es reseñable que en las visitas se encuentran el doble de mujeres que de hombres, lo que puede tener su explicación en que las mujeres suelen tener más problemas osteoarticulares. «La esperanza de vida de la mujer es cada vez más avanzada, por lo que es frecuente que con más de 70 años tenga ya dolores», indica Contreras.
La edad media de todos los pacientes tratados se establece alrededor de los 60 años.
En este estudio también se pone de manifiesto que un tercio de los pacientes que sufre este malestar ve afectado su entorno laboral, ya sea porque tiene que pedir la baja en el trabajo o porque se reduce su rendimiento, debido a que tiene dificultades para llevar una vida normal.
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