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Trauma infantil aumenta el riesgo de síndrome de fatiga crónica

Dos estudios encontraron que los factores estresantes precoces aumentaban las probabilidades de esta enfermedad debilitante

El trauma infantil, junto con el estrés o la inestabilidad emocional en cualquier momento de la vida, podrían ser factores de riesgo para el síndrome de fatiga crónica.

Eso afirman dos estudios en la edición de noviembre de Archives of General Psychiatry.

"No estamos hablando de un conjunto de gente estresada. Hablamos de la biología subyacente de una enfermedad muy real y debilitante", afirmó la Dra. Nancy Klimas, profesora de medicina de la Facultad de medicina Miller de la Universidad de Miami, quien no participó en el estudio. "Estamos tratando de eliminar el estigma de los matices psiquiátricos y explicarlo a través de la biología, como debe ser".

Aunque son interesantes, los expertos añadieron que los resultados son preliminares.

"Son artículos elementales interesantes", aseguró el Dr. Charles Goodstein, psicoanalista y profesor clínico de psiquiatría de la Facultad de medicina de la Universidad de Nueva York. "Estos estudios apoyan lo que hemos aprendido en medicina y psiquiatría: Las enfermedades de todo tipo son determinadas en gran medida por una interacción de predisposiciones genéticamente determinadas y factores ambientales".

"El SFC sigue siendo una enfermedad esquiva", continuó Goodstein. "Incapacita gravemente a los pacientes, pero los médicos tropiezan con una falta de señales objetivas en el examen físico".

Se calcula que alrededor de 1 millón de personas en los Estados Unidos sufren del síndrome de fatiga crónica (SFC) y le cuestan al país unos $9 mil millones anuales, y a cada familiar unos $20,000 anuales en ganancias perdidas. La enfermedad es más común entre las mujeres entre los 40 y los 59 años de edad, y se caracteriza por un conjunto de síntomas debilitantes, como fatiga inexplicable, problemas para dormir, problemas de memoria y concentración, y dolor.

La enfermedad se reconoció por primera vez a finales de los 80. Al principio se le llamó "gripe yuppie" y sufrió de una crisis de credibilidad. Los U.S. Centers for Disease Control and Prevention develaron el viernes una campaña de concienciación con la intención de remediar ese problema.

Aún así, el problema sigue siendo un misterio y, a pesar de los más de 4,000 estudios y dos décadas de investigación, su causa sigue siendo esquiva, al igual que tratamientos efectivos.

La evidencia anecdótica sugiere que el estrés podría ser un factor desencadenante, pero ha habido pocos estudios sistemáticos sobre el asunto.

Este nuevo informe es parte de un estudio de mayor tamaño llevado a cabo por los CDC, que evaluó a la población de Wichita, Kansas, durante un periodo de cuatro años, entre 1997 y 2000.

Los autores del artículo actual condujeron evaluaciones a fondo de 43 personas que tenían SFC, y las compararon con 60 sujetos de control, todos identificados en una muestra inicial de más de 56,000 adultos residentes de Wichita. Además de múltiples pruebas médicas, los participantes completaron cuestionarios sobre el trauma infantil y síntomas psiquiátricos como depresión y ansiedad. Se observaron cinco tipos distintos de trauma infantil, sexual, físico, emocional, negligencia emocional y negligencia física.

Las personas que tenían SFC informaron sobre niveles mucho más altos de trauma infantil y síntomas psiquiátricos, en comparación con los participantes de control. De hecho, la exposición al trauma infantil en general se asoció con un riesgo de tres a ocho veces mayor de SFC. Pero la negligencia emocional y el abuso sexual fueron los pronosticadores más potentes de quién desarrollaría SFC. Los investigadores encontraron que el riesgo de padecer de SFC aumentaba en 77 por ciento por cada tipo adicional de trauma infantil que una persona experimentara.

Los que experimentaban más trauma tenían más probabilidades de tener síntomas más graves de SFC. Y los que tenían otros síntomas psiquiátricos junto con trauma infantil también estaban en mayor riesgo.

"Es importante ver que el SFC tiene subgrupos", apuntó Klimas. "Es realmente importante no fusionar todas estas observaciones en un gran grupo sólido".

La información podría algún día ayudar a identificar a las personas en riesgo de síndrome de fatiga crónica. "No todas las personas que tienen SFC tenían antecedentes de trauma infantil y no todas las personas con trauma infantil tenían SFC", explicó la autora del estudio Christine Heim, profesora asistente de psiquiatría y ciencias conductuales de la Universidad Emory en Atlanta. "No es el cuadro completo. Debe haber algún tipo de defensa y, si sabemos lo que es, sería importante para la prevención".

El segundo estudio evaluó a 19,192 mellizos suecos, 1,570 de los cuales tenían síndrome de fatiga crónica. Los mellizos que experimentaron inestabilidad emocional y estrés tenían más probabilidades de padecer SFC. Los individuos que informaron que su vida era estresante tenían entre 64 y 65 por ciento más probabilidades de desarrollar SFC que las que no lo hacían. El estrés aumentaba el riesgo de un gemelo de desarrollar SFC cinco veces.

Más información

Para más información sobre el síndrome de fatiga crónica, visite la CFIDS Association of America  
Artículo por HealthDay, traducido por HispaniCare

http://www.healthfinder.gov

1 comentario

Mariajo -

Querida compañera, te escribo para notificarte que tu blog ha recibido un premio, como muestra de reconocimiento a tu labor. Puedes verlo en: http://mi-estrella-de-mar.blogspot.com/2007/08/premio-thinking-blogger-awards-para-mi.html
Un abrazo!!